TOMATE DE ÁRBOL

Proceso de Cultivo

La planta se adapta muy bien a todo tipo de suelo pero su mejor desarrollo lo alcanza en suelos de textura media con buen drenaje y contenido de materia orgánica. No tolera el encharcamiento.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, gracias a su gran acción antioxidante, la fruta sirve para fortalecer el sistema inmunológico y es especialmente buena para mejorar la visión. También se suele recomendar el consumo de tomate de árbol para controlar la presión alta y el colesterol, y se incluye frecuentemente en dietas para perder peso.

De igual manera, la pulpa como las hojas en forma de cataplasmas calientes sirven para tratar la inflamación de amígdalas, para las anginas y, en general, diversas afecciones de garganta.También se recomienda consumir el fruto fresco en ayunas para prevenir la gripa. Muchos aseguran que su ingesta funciona como remedio natural para todo tipo de problemas hepáticos.

Su gran contenido de fibra genera un efecto laxante que ayuda a mejorar todo lo relacionado con el tránsito intestinal o la regulación del mismo. Tiene un bajo contenido calórico, así que es una gran opción para bajar de peso. (Lea: La vida útil de las frutas sí se puede alargar)

  • Reproducción: El tomate de árbol se puede propagar por semilla (sexualmente), debidamente lavadas, secadas a la sombra, luego colocadas en un congelador durante 24 horas para acelerar la germinación y romper la dormancia, posteriormente, se colocan las semillas en bandejas, cubiertas con papel periódico para que ayude a conservar la humedad. La otra forma de reproducción es asexual (vegetativamente), mediante la obtención de estacas, acodos, ramas ó injertos. El sistema más utilizado ha sido el de estaca.

  • Trasplante: El trasplante se realiza en bolsas plásticas de color negro. La mezcla preferiblemente desinfectada y con adecuadas proporciones de suelo y granza (relación 2:1). Después del trasplante, las plantas deben permanecer a media sombra durante 4 semanas para su aclimatación, antes de plantarse a campo definitivamente.

  • Siembra: Los hoyos deben ser de 30 x 30 cm, en el fondo puede colocarse 2 kg de abono orgánico, más 60 g de abono 10-30-10, luego, poniendo una capa de suelo sobre la mezcla, se colocan las plantas de tomate de árbol. Puede utilizarse una distancia de 2.5 x 2.5 m en cuadro para una población de 1600 plantas/ha, también puede sembrarse en pata de gallo.

  • Labores culturales: Cuando la planta tiene unos 50 cm de altura se eliminan los chupones del tronco, ya adulta es conveniente realizar una constante limpieza de hojas enfermas, secas y de frutos dañados. Cuando presenta alrededor de 1.60 m de altura, puede podarse para obtener una planta de menor tamaño ó dejarla que continúe creciendo y que por sí misma bifurque, lo cual bajo nuestras condiciones se logra a la altura de aproximadamente 1, 70 – 1,.80 m. Durante la época seca es importante no descuidar el riego, ya que debido al tamaño de sus hojas presenta mucha evapotranspiración, provocando un efecto de “oreja de perro”. La fertilización se realiza cada seis meses, alternado con 100g de la fórmula 18-5-15-6-2 y abono orgánico a 3 kg/planta.

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