Esta fruta despierta odios y amores. Lo que pocos saben es que detrás de su apariencia, color y sabor esconde grandes propiedades para contrarrestar enfermedades asociadas a la presión, el colesterol y que incluso ayuda a perder peso.
¿Sabía usted que consumir con frecuencia sachatomate, chilto, tomate andino, tamarillo o tomate de árbol, fruto que se da en países como Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, puede ayudar a la reducción de peso y combatir afecciones de la garganta, tratar la anemia, migraña, hipertensión, rinitis, e inclusive aumentar el nivel del semen de aquellos que la consumen?.
En Colombia la fruta ha ido ganando terreno y su importancia y calidad es tal que actualmente es el país es primer productor en Latinoamérica con 6.000 hectáreas, que prepresentan USD$60 millones al año, según Fontagro. Pero más allá de esta cifra, el tomate de árbol es rico en vitaminas A, B6 y C. también en minerales como el calcio, hierro, fósforo y magnesio. (Lea: 5 alimentos con los que se podría sobrevivir en una isla desierta)
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, gracias a su gran acción antioxidante, la fruta sirve para fortalecer el sistema inmunológico y es especialmente buena para mejorar la visión. También se suele recomendar el consumo de tomate de árbol para controlar la presión alta y el colesterol, y se incluye frecuentemente en dietas para perder peso.
De igual manera, la pulpa como las hojas en forma de cataplasmas calientes sirven para tratar la inflamación de amígdalas, para las anginas y, en general, diversas afecciones de garganta.También se recomienda consumir el fruto fresco en ayunas para prevenir la gripa. Muchos aseguran que su ingesta funciona como remedio natural para todo tipo de problemas hepáticos.
Su gran contenido de fibra genera un efecto laxante que ayuda a mejorar todo lo relacionado con el tránsito intestinal o la regulación del mismo. Tiene un bajo contenido calórico, así que es una gran opción para bajar de peso. (Lea: La vida útil de las frutas sí se puede alargar)